Hoy por fin he probado mis tan ansiadas judías blancas que sembré en el huerto, y estaban…gran diferencia con las de la tienda, el año que viene vuelvo a sembrar seguro.

Comencé ayer a prepararlas. Primero las puse en una cacerola a remojo por la tarde para que estuvieran toda la noche a remojo, como le veía hacer a mi mamá cuando era niña. Bien cubiertas de agua.

Al principio flotaban,y conforme pasaba el tiempo se iban hundiendo e hinchando. Cuando me fui a dormir que es la última vez que entré a la cocina y las vi, la mayoría se habían hundido y empezaban a engordar. De cría recuerdo que las veía y tocaba las que flotaban y se hundían, y mi madre me echaba la bronca porque decía que eso era malo y no se hacía. Realmente no se porque era malo, pero me divertía, y he de confesar que también hundí alguna ayer, jeje.

Al día siguiente ya estaban bastante  gordas, y como apenas les quedaba agua les eché un poco más y me fui a trabajar.

Cuando volví por la tarde las lavé, y las puse en una olla de mayor tamaño con un par de cebollas pequeñas peladas, una cabeza de ajo, y llené la olla con bastante agua fría, y la puse al fuego llevándola a hervir.

Cuando empezó a hervir bajé un poco el fuego y conté unos 20 minutos. Pasado este tiempo chafé alguna contra las paredes de la olla y al ver que ya no estaban duras rellené de agua fría y puse en la olla: morcilla(entera para que no se deshaga y se desmenuce), chorizo,  tocino, una patata a trozos pequeños, una zanahoria y una pizca de sal y otra de azafrán para quitarle el color blanco hospital a la comida, y lo volví a llevar a ebullición.

 

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Una vez que empezó a hervir bajé un poco el fuego y ya no conté tiempo, 20-30 minutos,más-menos, eso ya se va viendo, vas probando las judías y ves si están duras o blandas.

Una vez están al gusto,s e retiran del fuego y listo 😀

 

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