Cuando queremos hacer tomate en conserva,sea entero o triturado, lo importante y primordial es que los tomates estén bien maduros, blanditos. Mejor que maduren en la mata que no cogerlos verdes y que maduren en casa, siempre es mejor que maduren en la mata.
Una vez tenemos ya cogidos los tomates, nos vamos a casa a empezar a cocinar.
Ya hemos llegado a casa, ya estamos en la cocina. Ponemos los tomates en el fregadero y los cubrimos de agua muy caliente, o ponemos a hervir en una cacerola agua y la echamos en los tomates cuando hierva, de esta manera la piel será más fácil retirarla. Y nos ponemos manos a la obra.
Este año me animé a probar con la trituradora de tomate que vendían en la cooperativa, y no digo que sea mala o que haga mal el tomate, pero para mi gusto no me gusta
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Se supone que no hacía falta pelar los tomates porque la máquina con su rodillo separaba la pulpa de la piel. Hacer lo hacía pero lo resultante era demasiado líquido, y luego me recomendaron pasarlo por el colador chino, y cocerlo 50 minutos para evaporar el agua y que espesara. Con lo que el ahorro de tiempo y trabajo de pelar los tomates, lo utilizo en cocer más que ahorrármelo, así que no me gustó y terminé haciéndolo a la manera tradicional.
Como la máquina no nos ha gustado lo hacemos a lo tradicional como toda la vida.
Pelamos los tomates y les quitamos la piel y buena parte del corazón. Una vez limpios podemos hacer dos cosas, ponerlos en el escurridor y presionar un poco con la mano o un cazo para que pierdan parte del agua. O podemos cogerlos entre las dos manos y chafarlos un poco para conseguir lo mismo, que pierdan parte del líquido.
Una vez echo hay que decidir como queremos hacerlos en conserva, enteros o triturado.
Si los queremos enteros hay que meterlos así enteros en los botes de cristal previamente higienizados. Hay que asegurarse de intentar que el bote quede bien lleno, y que las tapas cierren correctamente.
Si por el contrario lo queremos embotar triturado, los iremos colocando en una preparando para cocinarlos poniéndolos en una cacerola para cocinarlos.
Me gusta darle al tomate frito un poco más de sabor aparte del sabor del tomate, así que cuando estoy haciendo el preparado para conserva siempre le pongo un poco de cebolla en la cacerola, una cayena, un par de pimientos y a veces algún diente de ajo, pero todo esto es al gusto y depende de la imaginación de cada uno.
Le pongo una cucharada sopera de sal, otra cucharada de azúcar para quitar un poco el amargor, un chorrito de aceite de oliva y empiezo a cocinarlo a fuego medio.
Conforme se va calentando lo voy triturando con la batidora de mano mientras se sigue cocinando. Si veo que va a quedar demasiado líquido, un truquillo que hago a veces es echar trozos de pan duro para que espese. Cuando veo que ya está todo bien triturado dejo de batirlo y lo dejo a fuego medio 15-20 minutos.
El tiempo de cocción varía según lo maduro que estuvieran los tomates, y como os guste el tomate triturado, más o menos espeso. Mientras se cocina lo bueno es darle alguna vuelta con la cuchara de madera para que se se agarre al fondo la pulpa o se queme. De esta manera también vais viendo como de espeso está, y podéis ir probándolo por si le faltara salta o queréis echarle otro condimento.
Antes de llenar los botes de cristal hay que limpiarlos muy bien y/o esterilizarlos dándoles un pequeño hervor en agua para matar posibles gérmenes. Es recomendable que todos los botes que se llenen sean iguales, aquí por ejemplo venden botes y/o tapas de botes en la cooperativa. Yo en este caso he usado uno de cada tipo porque son los que tenía por casa que he ido guardando durante el año.
Una vez llenados los botes, nos aseguramos de que estén bien cerrados y los ponemos a cocer al baño maría, contando 20 minutos desde que empiece a hervir el agua.
Y el resultado son preciosos botes de nuestro tomate en conserva para gastar durante el año.