Los ajos de siembra que normalmente se venden varias cabezas en mallas, aunque hay gente que usa los del año anterior para sembrar.
Nosotros sembramos los ajos siempre en el primer menguante de Enero, y así los cosecharemos para el 24 de Junio. Si el primer menguante del año cae muy al final del mes, tomaremos de referencia el último menguante del año anterior, de Diciembre.
Una vez los tengamos hay que desgajar las cabezas e ir separando los dientes a groso modo, dejando a un lado los más pequeños y si vemos alguno que pueda ser inviable.
Al sembrar los dientes es recomendable dejar una separación de 20 cm entre sí, aunque la planta en sí sea un tallo largo y lo que crezca sea bajo tierra, deben tener separación para poder respirar.
La profundidad de siembra es de unos 2-3 centímetros de hondo,2-3 dedos a ojo, pero eso lo debemos decidir con la altura que le hayamos dado al caballón.
Si seguimos el calendario lunar lo recomendable es sembrarlos a partir de luna creciente,cara el menguante.Porque si los sembramos en luna llena se «volverán» y se saldrán de la tierra.
Aunque haya tempero es bueno darles el primer riego, regando con el agua lentamente y no demasiada cantidad, para que vaya absorbiendo el agua la tierra de abajo a arriba, evitando encharcamientos.
Como se siembran en invierno no hay que regarlos todas las semanas, conforme vaya mejorando el tiempo y suban las temperaturas iremos viendo si necesitan agua o no. Tras 6 o 7 riegos es recomendable regarlos cada 15-25 días,y cara el verano o el calor cada7-10 días.
El último riego debería ser 15 días antes de cosecharlos,que se puede calcular más o menos pensando que los ajos que se siembran ahora se recogen para san Juan,el 24 de Junio. Se deben cosechar cuando la mata está totalmente seca y no antes.
El mejor abono a largo plazo es el abono natural, sea estiércol o compost, pero si usáis otro no abuséis del nitrógeno ya que perderíais calidad de los ajos, pues las cabezas se abren.