Ahora que acabamos de pasar el verano, que los tomates están agonizando, y que las restricciones de agua son cada vez peores, toca pensar y empezar a planificar otro año de huerto.

Como ahora vendrán ya los aires y los fríos, el huerto se va a quedar casi desierto de verduras. Ahora es buen momento para hacer las «obras» necesarias para mejorarlo para la siguiente temporada. Lo que pasa que tenemos en contra el frío, y lo que se acortan los días, que no da tiempo a mucho y encima desanima que oscurezca tan temprano.

De momento hoy hemos puesto nuestra primera tanda de invierno.

25 lechugas, 13 acelgas y 13 borrajas.

También hemos preparado las rías dentro del invernadero, y esta semana que viene,tenemos que ir a buscar el plástico al vivero, ya que fuimos ayer y no tenían suficiente. (Cuando esté pondré foto ;))

He terminado de coger las peregrinas, y he cogido una pequeña que estaba así rastrera oculta entre la mala hierba, y está seca y no pesa nada, es chula, a ver si las demás hacen igual.

También he cogido las tres calabazas cacahuete que había. Son grandecillas, pero no se ponen naranjas ni a la de tres, no se si me las podré comer aún así.

Como digo,las restricciones de agua son cada vez peores, y ya sólo regamos todos los huertos juntos el domingo, y por boqueras. Hemos regado lo recién sembrado; los melones que irónicamente estamos cogiendo ahora; los tomates que no se para que, porque la mata está medio seca, pero bueno; los pimientos, que otra cosa como los tomates, y las fresas y los árboles.

A ver si empezamos a coger la marcha y la aburrida rutina de todo, para volver a organizarnos y empezar a meterle mano al huerto que nos lo pide a gritos.