Los ajos una vez cogidos se dejan secar, y cuando ya tienen las hojas secas, éstas se cortan y se usa el tallo para colgarlos. O bien trenzando las cabezas, o haciendo un manojo con varias cabezas y atándolos con una cuerda.
Aún dejándolos en un lugar seco y fresco, los ajos tienden a subirse, y les sale el rabillo verde en la punta. Cuando pasa esto todavía se pueden usar, se cortan por la mitad y se quita la parte subida y el reto vale perfectamente. También se pueden aprovechar sembrándolos para ajos tiernos.
El año pasado salvé bastantes de esta quema, y los congelé. Se pelan y se meten en una bolsa de plástico cerrada y al congelador. De esta manera sólo sacas los que necesites cada vez. Yo sobretodo uso estos ajos para hacer salsas, cuando las verduritas hay que cocerlas/freírlas.


Podría hacerlos así:
– Pelar los ajos y/o laminarlos todos, los guardas en un frasco de vidrio con un poquito de aceite si es oliva mejor y los tapas. (Esta opción me atrae mucho)
– Cocerlos 12 segundos(escaldarlos)pasado ese tiempo. Sacarlos con un colador y meterlos en agua fría, una vez fríos y sin haber tirado el agua caliente. Escaldar otros 12 segundos más,meterlos otra vez en agua fría y escaldar 12 segundos más,enfriar y meter en un bote mitad de agua y mitad de vinagre, meter en la nevera y tendréis ajitos frescos para lo que queráis. (Para ensaladas bueno, pero para cocinar algo que no lleve de por sí vinagre, pues no sé.)
– Otra opción es abrirlos, separar los gajos, y meterlos en el frigorífico en una fiambrera de buena calidad. (Esta opción no me motiva mucho la verdad)
– Pelarlos y sumergirlos en una bote de aceite de oliva virgen extra. Ese aceite adquiere un agradable sabor a ajo que lo puedes emplear para cocinar y los ajos, según los necesites, pues lo mismo.
Se puede emplear la misma botella del aceite para introducirle dentro los ajos, normalmente entre 15 ó 20 dientes, ya pelados y así tener un aceite con ligero sabor a ajo.
Recuerda que no se debe guardar el ajo en la nevera, ya que de este modo se terminaría pudriendo en unos pocos días. (Esto lo tengo que mirar bien, porque estaba convencida de meterlos en la nevera).
Y por último os dejo esta noticia que he encontrado varias veces ya en internet:
Los ajos pueden ser conservados en aceite, PERO nunca se debe tratar de hacer esta actividad en casa!
A pesar de su potente aroma, el ajo es un vegetal de baja acidez. Su pH se halla típicamente entre 5.3 y 6.3; y es por esta razón que cuando las condiciones son apropiadas, al igual que todos los vegetales de baja acidez, permiten el crecimiento y la posterior producción de las toxinas del Cl. botulinum . Dichas condiciones incluyen el enlatado casero inapropiado así como la preparación o el almacenamiento inadecuado de las mezclas de hierbas frescas y ajos en aceite.
Las condiciones de humedad, la temperatura del ambiente, la escasez de oxígeno y la baja acidez favorecen el crecimiento de la bacteria Clostridium botulinum , durante el cual se da la producción de una potente toxina que causa la enfermedad del botulismo. De no ser tratada, esta enfermedad puede resultar en la muerte del paciente a los pocos días de haberse ingerido el alimento contaminado.
Los preparados de ajos en aceite almacenados a temperatura ambiente proveen las condiciones perfectas para la producción de la toxina del botulismo (baja acidez, oxígeno no disponible en el aceite y temperaturas cálidas). El mismo riesgo existe en los ajos tostados y conservados en aceite. Al menos se han reportado tres brotes de botulismo en Norte América desde 1980 asociados con las mezclas de ajos en aceite preparadas de forma casera.