Al final pudimos asistir a la feria de otoño de Biescas que se celebró este fin de semana pasado.
Llegamos allí sobre mitad de mañana, y estaba lleno de gente. Había muchos coches, aparcados y aparcando, y mucha gente por todos lados. No se lo que dirán los expositores pero creo que en ese sentido fue un éxito de asistencia.
Aparcamos en una explanada que habían habilitado para ello,y con las indicaciones del chico que estaba allí organizando el tráfico.
Empezamos nuestra visita viendo las carpas de animales y puestos de artesanía, en uno de los cuales compramos una herramienta para adornar nuestra bodega.
Me recordaba a la visita que habíamos hecho hacia poco a la FEMOGA, lo que pasa que en menor medida y se veía de una manera más familiar, coloquial.
Había terneros, vacas, ovejas, alguna gallina, y en la última carpa que vimos había caballos, preciosos. Con cuidado y un poquillo de miedo acaricié alguno, que preciosidad.
En esa parte de la feria había también un puesto de vallas y comederos para ganado.
De ahí pasamos a visitar el pabellón donde estaban los puestos en la feria de primavera. Allí pudimos ver puestos de artesanía y manualidades, y también de comida, tipo encurtidos, embutidos de caza, etc.
Por ultimo vimos las carpas donde estaban los puestos dé quesos. Había un montón de quesos, de todo tipo, de vaca, de oveja, de búfala, y estando nosotros allí empezaba el concurso de cata de quesos.
Ahí catamos algún queso y al final nos decantamos por comprar un queso semicurado.
Nos hizo buen tiempo, cosa que se agradece siendo las fechas en que estamos y que subíamos a la montaña.
La conclusión es buena, fue un gran día. Pero si tuviera que repetir visita a Bisecas, repetirá para la feria de primavera, será porque a mi me van más las flores que la comida 😛