Tostando pipas

Este año sembré siete pipas ya grilladas. Nacieron cuatro. Una planta la partió el cierzo un día de mucho aire. Otro de las plantas salió mutante con muchos sombreros pequeños, seguramente si lo hubiera esclarecido en su momento hubiera ido mejor. De las otras dos plantas, una dio un sombrero muy grande y otra normalito. De estas dos últimas plantas fue las que les corté el sombrero esta semana y saqué las pipas.

 

Los sombreros estaban ya mirando hacia abajo,en parte porque ya era su tiempo, en parte por el peso. Pero aún así eso no pudo evitar que se perdieran algunas pipas, eso sí, menos que otros años que se me las comen los pájaros.

Lo primero dejé los sombreros un par de días ahí quietos hasta que me organicé mentalmente a ver que hacía. Entonces, decidí sacar las pipas antes de que se secaran las celdas donde van metidas, porque por experiencia de otros años que las he sacado cuando ya están secos del todo, luego es un engorro separar las pipas del resto.

Así que las saqué y las extendí encima de papel y las dejé un día entero ahí. Cuando las saqué del girasol todavía las noté un poco húmedas así que decidí dejarlas así un día a ver si secaban un poco más o no. No se han secado más,así que la próxima vez o espero más o no espero nada.

Si las queremos saladas como es mi caso,s e dejan sumergidas en agua con sal toda la noche.

Al día siguiente por la mañana las escurrimos hasta que pierdan bien el agua. Mientras podemos ir calentando el horno y preparando el molde que vamos a meter al horno. Le echamos sal en el fondo del molde y extendemos las pipas ya escurridas sobre la sal. Espolvoreamos un poco de sal por encima y removemos un poco las pipas,para que se vayan mezclando y la sal se vaya agarrando a todas.

Una vez tenemos las pipas preparadas, cuando el horno esté caliente las metemos. El tiempo y la temperatura varía. De vez en cuando hay que ir dándoles vueltas,así veremos si las pipas van secándose y perdiendo la humedad y evitaremos que se pongan negras.

 

 

 

El momento de sacarlas depende de nuestro gusto, hay que ir probándolas. No conviene tostarlas poco porque entonces la pipa se queda húmeda por dentro y se queda blanda. Y tampoco tostarlas demasiado porque sino las pipas se quedan demasiado secas y al morderlas se deshace enseguida en la boca. Pero repito, lo mejor ir probándolas y sacarlas cuando estén a nuestro gusto.