Estos días estoy teniendo más tiempo para ir al huerto, y disfrutar de sus pequeñas alegrías.
Por una parte el peral está precioso lleno de flores. Ahora que a todos los demás frutales se les han caído las flores, la imagen del peral en flor es muy llamativa.

Mi almendro, oh mi almendro. Tiene un montón de almendritas chiquititas, que ilusión.

Las habas y los bisaltos están bien majos. Las habas con muchas flores y los bisaltos con pocas, y ya le hemos tenido que dar el primer sulfatado para el pulgón.

Lechugas, acelgas y borrajas están bien tiesas, y las del invernadero han dado buen estirón. Hoy hemos seguido «arreglándolo», a ver si terminamos esta semana.

Estoy un poco preocupada por los ajos, porque algunos tienen una hoja amarilla, deberíamos sulfatar con azufre creo yo, ya veremos.
Las cebollas sembradas a continuación están bastante grandecillas, y tiene pinta de que van bien.

Las patatas azules empiezan a asomar tímidamente, alguna que se adelantó se quemó las hojas con el cierzo. Las tempranas empiezan ya a salir con ganas, y las de guardar como es lógico van más retrasadas, que sigan así hasta que pasen los fríos.

Las fresas y fresones ya empiezan a tener sus primeras flores. Que ganas tengo de que cuajen, crezcan y probar sus frutos esta temporada.
Y limpiándolas y adecentándolas el otro día, quitamos pequeños trozos de esta mala mala hierba, aquí llamada jucia, que dejas un trozo pequeñito y es una plaga horrible que quitar.

Los planteros de casa están creciendo a buen ritmo, así que como todo va bien, queda seguir mirando al cielo y al río para que no se vuelva a inundar todo.