Aprovechando este sábado de cielo triste y lluvia calabobos, hemos vuelto a labrar toda la tierra que estaba sin sembrar para dejarla ya lista para esta temporada.
La tierra sin sembrar esa ya labrada, pero las lluvias y el aire la habían llenado de tormos y muy dura para trabajar. Con la labrada se ha quedado suelta y lista para empezar a trabajarla.

Preparamos el pollo para sembrar las judías verdes, y arreglamos el pollo de los fresones.
Ahonde un poco el pollo de las habas y bisaltos para que al regar no haya problemas de fugas de agua, y pudimos disfrutar de ver como las habas tienen ya sus primeras flores.

Como este año vamos «sobrados» de ajos, desgajamos unas cuantas cabezas para sembrar los dientes y así cosechar ajetes/ajos tiernos.
También aprovechamos para sembrar los gladiolos, que no me lo explico,todos los años compramos más y cada año sembramos menos…… malditos topillos.

Las verduras del invernadero están vivas y más o menos majicos, a pesar que el cierzo del otro día volvió a destrozar el plástico, y estamos a la espera del próximo fin de semana para afianzar la estructura y arreglarlo.

El martes que será día 19 de marzo (día del padre), como lección aprendida de mi suegro y que nunca ha fallado, sembraremos las judías verdes y las acelgas de simiente. Las primeras para tener una buena cosecha y las segundas para que no se suban en todo el año.

De judías verdes tenemos pensado sembrar la variedad buenos aires que es la que siempre se gasta en esta casa, aunque no descarto sembrar más variedades que he conseguido de intercambios.
De acelgas pondré de penca ancha y acelgas rojas, y seguramente borrajas también.

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