Aprovechando que el tiempo sigue así de loco, y que al huerto no se puede ni imaginar de entrar, hemos ido a unos pinares del monte de aquí cerca a buscar unas setas.
Ayer llovieron dos irrisorios litros pero estuvo todo el día nublado. Hoy a las 10 de la mañana que ha parado llevábamos 15 litros registrados de toda la noche pim pam pim pam,un sin vivir, y de un borrascazo fuerte que ha caído a las ocho de la mañana.
No sé exactamente como se llaman, buscando en internet la foto más parecida son las setas del caballero, pero no sé como se llaman seguro, repito.
He ido con una persona que conoce más de setas que yo, y esas setas las cosecha cuando hay y las cocina, por eso se que se pueden comer, aunque al principio hay que limpiarlas y es un engorro, porque el sombrero es así pegajoso, y se ponen las yemas de los dedos negras.
Del sombrero hay que quitar con el filo del cuchillo, una fina capa que lleva, y que deja al descubierto la «carne de la seta».
Luego raspamos el tallo para retirar la capa superficial, y las troceamos al gusto.
Luego se sofríen con aceite de oliva, ajo, jamón, huevos revueltos… al gusto.
O se guardan en bolsitas y al congelador, y se pueden usar en un futuro para lo mismo, o para una salsa para la carne.