La semana que viene se supone que ya van a venir días de 30 grados de máxima, con lo que ya llega el calor y nosotros seguimos con el racionamiento de riegos, de sólo poder regar un día a la semana, malo.

La tierra tenía tempero pero no está la cosa como para jugársela y no regar, que si hace mucho calor la planta se pega 15 días sin agua. Así que por si acaso hemos regado.

Hablando con mis abueletes de lo mal que están yendo este año las patatas, a nosotros y a más gente, hemos decidido regarlas, y que sea lo que Dios quiera. Los golpes están saliendo, pero no siguen un patrón de crecimiento lógico.

Las matas que están en las puntas de las rías ,están grandes, pero es independiente de si les llega más agua o no, porque la punta que cae al lado del riego, posible que le entre más agua, pero la que cae en la otra punta, la que linda con el vecino… no creo que reciba más agua.
Las matas están saliendo, pero es como si no tuvieran fuerza para salir, o para crecer. Varias opiniones coincidían en que el sembrarlas sin tempero y sin agua, fue un gran problema, que otros años no había pasado nunca, pero este año se lo debemos a la sequía.
Hoy les he hecho esta foto.Mañana les haré otra desde la misma posición a ver si hay alguna mejoría.

Por la mañana antes del riego, hemos estado destapando las judías verdes, que ya están «grandes», y de paso las hemos entutorado, para que vayan enredándose solas ya. Por la tarde les hemos dado un pequeño riego,para que siga aguantando el tempero.

Hoy también hemos aprovechado y hemos sembrado los melones y las sandías.A los golpes más pequeños les hemos puesto garrafa, que aunque esta semana den calor, mejor que cojan fuerza y crezcan un poquico más antes de estar a la intemperie.

A los pepinos les he cambiado la ubicación, que donde estaban como se inundó y les daba más la sombra se estaban poniendo pochos y no tiraban. He aprovechado para sembrar el resto que tenía en casa, 7 en total.

A una de las calabaceras de calabacín le he cortado 3 o 4 hojas que he visto con lo que parecía oidio, y más vale prevenir que curar. Las demás estaban majas.

Las de cabello de ángel estaban más crecidas, así que la he empezado a guiar con cañas por donde quiero que se extienda en el futuro.

Las peregrinas, he terminado de sembrar tres más, que creo eran peregrinas, porque el papel de identificación se había difuminado con los riegos, y no estoy segura si eran o no.

 

Como llevo varios días viendo este problema en la identificación de las macetitas de casa, esta semana discurrí otra manera de identificarlas para el futuro.

 

«Cucharillas» de las máquinas de café. De aquí al año que viene cuando haga todos los planteros otra vez espero haber conseguido suficientes para identificar todo. En las de la foto metí la pata, porque no tengo que poner tomate sino la clase de tomate, las tomateras las sé diferenciar 😉

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