Después de toda el agua que ha chupado la tierra ayer y hoy, entre riegos y lluvias, hemos aprovechado para empezar a entutorar los tomates.

Como la tierra estaba un poco barro, las cañas se clavaban bien y bastante hondo. Cosa buena porque cuando la tierra se seque las cañas se quedarán bien agarradas.

Hemos ido a lo valiente,y hemos dejado al descubierto todos los tomates sin garrafas. En total hemos entutorado los 38 tomates tres cantos. Nos ha faltado ponerles cañas a los tomate mallorquín, pero ha empezado a gotear y era hora de marchar.

 También hemos cogido aire y hemos descubierto dos de las tres calabaceras cabello de ángel. Estaba enormes dentro de las garrafas y había que jugársela ya. Por si acaso he dejado tapada una por si las demás empeoran al aire.
De las tres calabaceras de calabacín verde que descubrí, que se quemaron con el cierzo,y que volví a tapar a ver si se recuperaban, dos han resucitado con la garrafa, ya tienen hasta flores. Pero la tercera sigue en la UCI, sólo le quedan tres tallos y ninguna hoja, no sé si vivirá.