A pesar de que hace un aire descomunal, hemos sembrado lo que compramos ayer, y lo hemos tapado con garrafas de agua.
En total 12 tomates tres cantos. Al final no hemos puesto los tomates de plantero de casa. No teníamos garrafas suficientes, y era jugárnosla a perderlos, porque con este aire lo más fácil es que no salieran adelante.
Un abuelete vecino del huerto que pasaba por el camino cuando estábamos sembrando, nos ha dicho que hasta mañana no sembraba tomates. Que hasta santa Engracia no hay que poner los tomates… Sinceramente eso no lo había oído nunca, pero bueno es saberlo.
También hemos sembrado 7 pimientos de morro vaca, 7 pimientos italianos y 7 pimientos de padrón. No hemos puesto ningún plantero de casa, ni se nos ha pasado por la cabeza.
He sembrado mi planta de fresas en la ría de fresones, pero al final no la he puesto al principio. Creo que cae en el tercer o cuarto golpe, más salteada, opino que así se poblará más la ría.
Aprovechando que estaba con la azada en la mano, he picado unas cuantas patacas de alrededor de mis calabaceras. Horrible. Las matas que he ido quitando habían nacido de trozos minúsculos de pataca. Creo que me espera un largo camino hasta erradicar las patacas.
Las bandejas de pimientos que tengo en la cocina, no sé yo si revivirán. Mi marido dice que sí, que tenga paciencia, pero es que las veo muy perjudicadas, jo.
Las patatas empiezan a asomar, así, pequeñitas, rompiendo la costra de la tierra, que majas. Creo que es bueno que no estén ya salidas, porque me acuerdo un año que estaban salidas ya de la tierra, y vinieron varios días de aire frío como ahora,y socarró todas las matas, y luego, anda, que hasta que se recuperaron no les costó ni nada… así que creo que mejor así.
Y mis patatas azules también salen!