Ayer aprovechamos por la mañana para serrar la leña antes de que vengan fríos, lluvias, heladas y demás que estropeen la leña antes de poder usarla.

También fuimos al huerto al mediodía a darle un regado, aunque no demasiado, pues la tierra estaba todavía un poco barro, pero con eso de que sólo podemos regar los sábados, cualquiera se arriesga a no regar un sábado, y que luego venga una semana de calor, y a mitad de semana la tierra esté seca seca seca, y a tirar de bidón, nuch nuca, mejor darle una regada baja para que guarde el tempero y riaú.

Hoy hemos ido a terminar de recoger las almendras de la viña de un familiar. En total este año he cogido 5 botes de estos de garbanzos llenos de almendras ya peladas. Dos botes los tostó mi suegra al horno, con sal, quitándoles la piel y eso, esas cosas que saben hacer las mamás, que a los jóvenes se nos resisten.

Luego hemos ido al huerto el rato que hemos podido.
Hemos arrancado los pimientos de padrón; aún tenían flores y pimientos pequeñitos, pero ya estaban con las hojas amarilleando, y este año ya han dado de sí y se han portado como unos campeones con la cosecha.

También hemos arreglado los cardos, que los demás vecinos huertiles ya los habían arreglado hace días, uno hasta los envolvió ya, pero para eso creemos que es demasiado pronto pues hace relativo calor aún.

Luego hemos cogido una mata de borrajas, que menuda mata más lustrosa, y es que esa ría de acelgas y borrajas están todas enormes, y se ven sanas que es lo más importante.