De vistas a preparar la tierra para sembrar las patatas, y aprovechando que dentro del frío que hacía hoy, hacía buen día, nos hemos animado y hemos ido a labrar.

Hemos labrado toda la tierra que estaba sin sembrar, que era bastante la verdad. Además, esta vez hemos tenido suerte, porque los trozos de huerto que estaban sin sembrar eran fácilmente accesibles para meter la mula, y no ha habido que hacer filigranas para pasar la mula por encima del riego.

Hemos pasado antes por la cooperativa y hemos comprado un saco de abono, que hemos esparcido y gastado en su totalidad en todo el huerto. Todos los años para estas fechas, cuando preparamos para las patatas, echamos un saco entero, porque es el único abono que le echamos a la tierra. Nos gustaría echar fiemo (estiércol), pero lo tenemos muy mal para meter un tractor, yo diría que casi imposible.

Como ahora es fecha de preparar la tierra para las siembras de este año, estábamos todos los huerteros, o casi todos.
Uno de nuestros vecinos de huerto, sufrió no hace muchas semanas un grave problema de salud, y el pobre ha decidido quitarse el huerto. Es muy triste y me da mucha pena, porque ese hombre disfruta montón con el huerto. Además tiene animalejos, gallinas, patos, cabras…y es un cielo de hombre, siempre tiene buenas palabras para todo el mundo, siempre tiende su mano para ayudar…
Aunque esto es un pueblo y sé que lo veré por la calle en más de una ocasión, o a su familia para preguntarle, o lo que sea, pero le echaré de menos tenerlo aquí en el huerto.

Como deja el huerto está repartiendo lo que tiene (si cuando digo que ese hombre vale un valer es q tengo razón). Nos ha dado dos árboles para el huerto, un avellano y un granado. La verdad es qe nunca se me hubiera ocurrido comprarlos, pero si agarran y crecen ya veremos la utilidad de las avellanas y las granadas 😀